lunes, 3 de abril de 2017

LO NIEGO TODO (y yo también)

Tras algunos años (han pasado cinco años desde mi último post en este blog) y con la creencia de que “alguna vez” volvería, aquí me tienen haciendo lo que tanto me gusta que es: hablar de discos y oírlos, por supuesto.

 El pasado 10 de marzo vio la luz el álbum “Lo niego todo” el más reciente material de Joaquín Sabina. Esperado, con tres sencillos que se habían escuchado desde un mes antes y más aún, presentaciones de fragmentos leídos (unos) y cantados (los menos) por el genio de Úbeda en diferentes espacios.

No había más que esperarlo con ansias toda vez que suponía un material inédito después de “La orquesta del Titanic” y las tres giras posteriores por Europa e Iberoamérica (llegando en su momento a tocar los Estados Unidos). A dos semanas de su lanzamiento el disco ya era record de ventas con más de 45 mil copias vendidas y con críticas positivas de la prensa especializada, sin embargo, pasada ya la euforia del estreno vale la pena preguntarse si es TAN bueno (el disco) como puede pensarse o si estamos ante el último disco de Sabina.

ESTAMOS ANTE EL ÚLTIMO DISCO DE SABINA.

No me malinterpreten, “19 días y 500 noches” fue el último disco de JOAQUÍN SABINA y tuvo tres discos (los del pos-marichalazo) para dejar a sus fanáticos una idea clara de lo que venía, no, no está obligado a ser el mismo siempre –si no hubiera arriesgado tal vez le acusaría de quedarse colgado en calle melancolía y eso sí que no- pero es que “Lo Niego Todo” es un disco monotemático quizá una oda a la decrepitud y la negativa a aceptarlo, lleno de himnos de una puta vieja.

El equipo de producción del disco es distinto a los anteriores (responsabilidad del músico español Leiva, de quien poco tengo que decir) “Lo Niego Todo” al igual que “La Orquesta del Titanic”, “Vinagre y Rosas” y “Enemigos Íntimos” no es un disco que se pueda acreditar íntegramente a Joaquín Sabina y su equipo base (Antonio García de Diego y Pancho Varona, aunque estos últimos si figuran –but, of course- en los discos, los videos y las giras). Videos que por cierto fueron lanzados para este álbum TODOS excepto uno en el canal VEVO de You Tube el mismo día del lanzamiento del disco (que tuvo su pre-estreno en los túneles del metro de Madrid un par de días antes). Vale, vamos a oírle.

Track 01 A dobro y guitarras el disco le da la bienvenida al escucha, la letra fue la primera que los fanáticos pudimos oír hace casi un año ya media cantada en una presentación en TV en España y pedía a la gente que no le subiera a You Tube porque luego “me joden los de la casa disquera” pero al mismo tiempo su conciencia todoterreno “sugería” a su audiencia a hacer lo que les plazca. “Quien mas, quien menos” es solo una oda a la vejez, la propia, resistiéndose (o jugando a resistirse) a ella. “Aposté contra mí por no hacerme viejo en la ruleta rusa de los casinos” él mismo lo dijo en 1992 “odio la autobiografía, pero inevitablemente tiendo a hablar de mi” se le acabaron los argumentos al poeta, y si, esto será la temática del resto del álbum.

Track 02 “No tan deprisa” es una de esos números de aire country donde el autor hace un recuento de conceptos (de los que le salen tan bien) y ¿qué dice? ¿Qué… es o no es? Hace tanto que por fin pudo ser feliz y tener esperanza que ahora que lo dice ya no se lo creo. ¡Ah! Pero es que solo es una canción y no se trata de psicoanalizarlo… ¿o si? A quién oímos, a qué, para qué. La canción pasa de largo y se va al baúl de los lados “B”, al track 02.

Track 03 “Lo Niego Todo” el primer sencillo del álbum, que no podemos despegar del video que lo ilustra. Número autobiográfico, balada. Todo eso han dicho de él “Poeta del Vicio” escribieron del él en Chile; “Ángel con alas negras” que algún periodista le quiso endilgar; bautizado en los 90 como “Juglar del asfalto” (‘Poeta Fotógrafo’ como decía aquel documental que les recomiendo ampliamente). Al ser el sencillo de lanzamiento mucha gente quedó prendado de él –me incluyo- una de las baladas llamadas a colgarse de los clásicos de Sabina. Representa todo lo que ha sido la carrera del intérprete: Es una enumeración de conceptos; recoge experiencias personales –algunas más ocultas de otra, depende que tan cholulo sea el escucha lo va a comprender, pero no es necesario-; y tiene frases bellísimas “Lo niego todo, aquellos polvos y estos lodos. Lo niego todo incluso la verdad” merecía ser el primer sencillo, pero como parte del álbum, lo rescata después de un inicio tan poco atractivo.

 Track 04 El numerito mexicano infaltable desde hace algunos discos ya –unos cuantos, desde física y química, creo- si me preguntan si es el número comercial del álbum, “posdata” es tan easy listening que lo odié en automático “no es que esté triste carajo, es que me acuerdo” no mame Don Joaquín. No pongo en duda que esta apología del despecho le cuaje la sangre a los fanáticos nuevos (¿los hay?) no hablo más de él. No es que sea prescindible, es que no hace falta.

 Track 05 “Lágrimas de Mármol” otro de esos números que se van a ir a la tira de clásicos sabineros retoma el viaje de las canciones a la vejez. Que incluye otras líneas de las que los fanáticos usan como argumento para defender al “Genio de Úbeda” “me duele más la muerte de un amigo que la que a mí me ronda” referencia innegable a la pérdida de Javier Krahe y de ahí otras tantas que, puedo parecer muy soberbio al decir que casi todas las líneas tienen referencias muy personales e identificables aunque como las mejores canciones de Sabina uno puede prenderse de ellas y casarlas con anécdotas propias.

Track 06 El siguiente track es otra de esas canciones que uno puede esperar del “Vampiro” Sabina: es el postmortem de todas sus baladas de amores disolutos. Si me preguntan, es la canción que la pareja de “Hotel Dulce Hotel” se cantan treinta años después. Otra vez la vejez. Otra vez cantando en pasado “No dormir era más dulce que soñar y envejecer con dignidad, una blasfemia” referencias históricas del colapso del socialismo, que es en realidad lo rescatable del número, “se nos había muerto el sol en los tejados […] y con nada que decir vi en tus pupilas un añil mal dibujado. No sé por qué sigo escribiendo esta canción […]” y luego remata mal la línea: “Y Leningrado es otra vez San Petersburgo” balada decadente y floja, paso sin ver.

Track 07 “Canción de primavera” Continúa con el mismo tema… y yo sentía que se me acentuaban las ojeras. Es, quizá la canción con las mejores líneas de todo el álbum “Conseguí llegar a viejo verde mendigando amor. Qué esperabas de un pendejo como yo” y luego “Buenas noches primavera sin bandera ni carné, no me tumbes en la era de internet, otoñales van mis años por el rio Guadalquivir maquillando el sueño uraño de Madrid” y sigue así…

Track 08 ¡Por fin un rocanrrolito! Otra de esas cosas que eran indispensables en un disco, con un sonido raro, pero con buenas líneas “mientras tratar de olvidarte me recuerde tanto a ti” ése es el Joaquín Sabina que sus fanáticos cantan a los gritos “El corazón mientras late sueña con amanecer abrazado a una mujer que lo bese y lo rescate” y si valiente a toro pasado, feliz sin pena ni gloria. Es una pena que muy posiblemente “Sin Pena ni gloria” no trascienda y pase sin pena ni gloria. Espero que me equivoque.

Track 09 El segundo rocanrrol se llama “Las Noches de Domingo Acaban Mal” es una de esas genialidades por las que se esperan los discos de Sabina, al diablo el poeta de los sonetos, se hizo famoso cantando buenas letras acompañado por una banda de rock y esta es una de esas cosas que yo, al menos, QUIERO oír. “Tú sabes correr, yo quiero aprender, si tú me llamas yo me escapo del hospital” no es que esté mal lo otro pero… “Robo un ataúd, me clavo en la cruz, si me remuerde la conciencia le pongo un bozal” ¡NO TE ME MUERAS NUNCA, CARAJO!

Track 10 La mano de Leyva, la influencia de Rubén Blades (espero que sea eso y no un plagio) y tres buenas anécdotas me hacen pensar que si esto fuera un LP el segundo lado es mucho mejor que el primero. “Qué estoy haciendo aquí” es un reggae que refuerza una idea y solo una. Es el “Quien me ha robado el mes de abril” de esta década y el “Desiciones” que no tenía. Excepcional número, quizá mi favorito del disco, bien hecho… aunque el “No woman, no cry” no venía tan a cuento salvo por el reggae pero ya había dicho otras frases históricas de la música popular. Nunca ha sido cantante de moralejas (si quieren de esas oigan a José Luis Perales y no jodan) pero si me parece que para escribir algo así tienes que vivir ya algunas experiencias.

Track 11 El número flamenquito también indispensable “Churumbelas”. ¡y Olé! Aunque ahora pueda ser su abuelito.

Track 12 Con eso que está de moda poner un dueto en cada disco “Por Delicadeza” oímos a Joaquín Sabina con una voz limpia (por primera vez en años) y a Leyva cantando una balada de conflicto de pareja. ¿Aporta algo? Nada más dejar un pretexto a los fanáticos de Leyva para comprar el disco. Es un número absolutamente prescindible. Me quitas dos versos y los cantas tú.

En resumen “Lo Niego Todo” es un disco monotemático, con algunas canciones forzadas para encajar con lo que ha sido Joaquín Sabina en los últimos años, un buen pretexto para la gira que en realidad ya no sabemos si cumpla aquello de que sería la última como dijo tras el episodio en Tijuana en 2013 durante la gira de “canciones para una crisis”. Muy posiblemente en la gira solo cante “Lo niego todo” y nada más (como sucedió en la gira de “Vinagre y rosas” donde cantó apenas un par de canciones del disco) el álbum le cumple a todos, A TODOS, pero deja la sensación que su mejor momento ya pasó.

¿Habrá otro disco? Nadie lo sabe, toda vez que los últimos álbumes de estudio los tuvo que hacer con ayuda y que vende más cantando hasta el cansancio “Y sin embargo” pero si lo hay, seguramente allí estaremos esperándolo con ansias.

miércoles, 18 de enero de 2012

Y la Orquesta del Titanic

Aqui el ExVampiro, ExFlaco, ExMartínez y su primo el Nano, mas Nano que nunca.

viernes, 23 de julio de 2010

Sting y los cuentos de Summoner


Hoy, por fin caí en la cuenta, no, Sting jamás volverá a lo que era, aunque lo intente acompañado por una orquesta sinfónica o con la Banda Princesa Donaxii, jamás volverá a ser lo mismo, es el claro ejemplo de que la vida da tantas vueltas como la tierra (una al día) pero qué más da, si hace 17 que yo tuve 17, tengo algo del trabajo del inglés que no cambio por nada.

Track 01

El sábado me encontraba lavando platos y se me prendió el foco, puse en la charola del reproductor de cd’s uno de mis discos favoritos… “Ten Summoner’s Tales” de Sting, y lo volví a disfrutar como aquel día de otoño de 1993 en que escuché por primera vez “If I ever loose my faith in you”… y vuelta al lugar donde nunca he estado.

Track 02

Uno de los discos mejor logrados conceptualmente de Gordon Sumner, incluye sutiles momentos catárticos (no muchos) y algo que se aprovecharía mucho tiempo después: su capacidad de crear y recrear una y otra vez algo ya finalizado. Uno espera de este disco generar un entorno familiar, pero sorprendentemente inquietante. Esa es la magia de los 10 cuentos del Summoner, cada corte te coloca en encuadres diferentes, como el soundtrack de una película no filmada (aunque sus tracks si fueron utilizados para algunas cintas).

De anécdota en anécdota, de compás en compás, brillando con los destellos de un atardecer en los cymbals de Vinnie Colaiuta o perdiéndose en el bosque de filigranas de David Sancious. Vamos a oírle ¿les parece? Aquí les tengo, como regalo especial, la versión que aparece en el video que editó la A&M en 1993 (por cierto en formato PAL) en el otoño de 1992 en Lake House, Wiltshire, UK. Las bases fueron grabadas en entre junio y septiembre y mezclado en Nueva York. Lo interesante es que recoge tomas alternativas de lo que escuchamos en el álbum original.



Track 03

El disco nos da la bienvenida con el prólogo “If I ever Loose my faith in you” una retórica sobre el sentido de lo que o quién debe ser creído o creíble, en ti, ¿en quién?…

“Some would say I was a lost man in a lost world; You could say I lost my faith in the people on T.V.; You could say I'd lost my belief in our politicians; They all seemed like game show hosts to me; If I ever lose my faith in you; There'd be nothing left for me to do.
I could be lost inside their lies without a trace; But every time I close my eyes, I see your face”

El segundo corte… es el primer cuento, una historia de la frontera (la nuestra con los gringos) la historia de los 7 hermanos “Love is stronger tan justice (The Munificent Seven)”, como comieron burritos y raptaron señoritas. Todo desde la óptica del séptimo hermano. ¿Escucharon el golpe al minuto 02:07? Es el contrabajo de Sting azotando contra la duela de la sala. (En este corte, Sumner utiliza su inseparable Fender Precision Bass). Y el final tiene el arreglo de jazz completo.

El tercer corte es el clásico “Fields of Gold” una nostálgica balada sobre los campos de cebada, costumbrista en su temática, agradable… y extraordinaria.

"You'll remember me when the west wind moves; Upon the fields of barley
You can tell the sun in his jealous sky; When we walked in fields of gold."

Track 04

¿Lluvia? ¡Claro! El tercer cuento: “Heavy cloud, no rain” la rola del tipo del pronóstico del tiempo… ¿nubes gordas? ¡Por supuesto!, pero no llueve.

El quinto corte, el cuarto cuento, un tema muy socorrido, el de la pareja dispareja, “She’s too good for me” en realidad yo siempre he creído que es casi imposible no tener una diferencia de criterios con respecto a nuestra pareja, es muy natural, así que el tema ha dado para tanto (“me gusta todo de ti, pero tú no”) que esta visión es muy divertida. Y tal parece que Trudie ganó la partida, porque a Sting le ha dado por juntarse con gente de música clásica, ya hasta graba en la Deutsche Grammophon. Por supuesto en el recién estrenado Simphony Cities, se incluye una nueva versión de este número.

Vamos con el cuento número cinco: “Seven Days” –mi favorito personal- sobre la displicencia en una relación y la rivalidad con un autentico imbécil que sí ha tenido los… pantalones para llevarse a la dama en disputa… siete días para conquistarla. El track tiene la característica de interpretarse en el raro compás de 5/4 (tal cual el “take five” de Paul Desmond) Vinnie Colaiuta no necesitaba lucirse tanto en la batería, pero ¡que bueno que lo hizo! La pieza es magistral, cada sonido encaja a la perfección, bateristas: óiganlo.

"Monday, I could wait till Tuesday; If I make up my mind; Wedn'sday would be fine; Thursday's on my mind; Friday'd give me time; Saturday could wait; But Sunday'd be too late."

El corte siguiente, “Saint Agustine in hell” nos lleva a las puertas mismas del averno, en el álbum original, el número ataca de inmediato (tras el remate al únisono de guitarra, teclado, bajo y batería de “Seven days”) desde el acorde in crecendo hasta la primera nota del órgano hammond, en esta versión escuchamos primero la hoguera y la voz de David Foxxe, esto acentúa el dramatismo de la pieza. El mismo Foxxe vuelve a intrigar al escucha en la parte central del número.

“…Relax, have a cigar, make yourself at home. Hell is full of high court judges, failed saints. We've got Cardinals, Archbishops, barristers, Certified accountants, music critics, They're all here. You're not alone You're never alone, not here you're not.
OK break's over...”

Y ella, del brazo de tu mejor amigo.

Track 05

Index 1

Sting, Michael Kamen y Eric Clapton firman “It’s Probably me”. El número para la película “Letal Weapon 3” es muy conocida la versión del soundtrack (que se editó en el álbum “Fields of Gold, the best of Sting.” Con la guitarra de ‘Slow hand’ Clapton) sin embargo, el corte realizado para Ten Summoner’s Tales, cuenta con el encanto propio del disco, no se escapa de su sonido.

Index 2

En la versión latinoamericana aparece el cuento número 7 “Everybody laughed but you”. En la versión para Estados Unidos y Canadá, el corte no existe, de hecho, y para aumentar el enigma, en el sencillo para radio de “Seven Days” aparece otra letra sobre esa melodía “January Stars”. Al final del track list que les presento podrán escuchar ese último número. Sting no estaba seguro de integrarlo al álbum y Hugh Padgham (productor) optó por no incluirlas en Norteamérica aunque sí fueron grabadas las dos y producidas en su totalidad, no aparece ni una ni otra en la versión del SACD 5.1 ni en el video.

Track 06

El cuento número 8 “Shape of my heart” es tal vez el número con más tomas del álbum, en el video el solo de armónica es completamente distinto de las demás versiones. Todo para acompañar la sentimental balada del apostador.

“I know that the spades are the swords of a soldier; I know that the clubs are weapons of war; I know that diamonds mean money for this art; But that's not the shape of my heart”

El cuento número 9, el que presagia el final, es, tal vez, el que logra hermanar este álbum con su predecesor “Soul Cages” de hecho, pudo haberse incluido en “…Nothing like the Sun”: “Something the boy said” probablemente (y si no los fans me lo aclararán), con ese toque soul de sus discos de los 80.

El epílogo “Nothing ‘bout me” cierra el álbum, es un helado para limpiarte el sabor que dejó un menú rico en sonidos, un número alegre y rítmico, es el “A day in the life” del disco. Un número en que parece cantarle a los fans que quieren analizarle en todo, tras haber hecho catarsis en “Soul Cages” nos da cuenta de que al final, este disco es lo que es sin mayores lecturas entre líneas.

“Search my house with a fine tooth comb; Turn over everything 'cause I won't be home; Set up your microscope, and tell me what you see; You'll still know nothin' 'bout me”

… y al final los siete hermanos cantan su historia.

Track 07

Producido por Hugh Padgham (que también grabó personalmente) y Sting, el álbum cuenta con una importantísma alineación: Sting: cantando, en la guitarra, el bajo –por supesto-, y los teclados en un par de números; el nativo de Buenos Áires, Dominic Miller en las Guitarras (por cierto con su rarísima guitarra Fernándes P Project) ; el genial Vinnie Colaiuta en la batería; David Sancious en los teclados; Larry Adler: y Brendan Power: tocando armónica; las trompetas de John Barclay y Guy Barker; el cello de Sian Bell; la viola de James Boyd; los violines de Simon Fischer y Kathryn Greeley; los trombones de Richard Edwards y Mark Nightingale; David Sanborn: en el Sax; Dave Heath en la Flauta; Kathryn Tickell en los instrumentos folklóricos; Paul Franklin con la guitarra acústica de pedal; y la voz de David Foxxe para “Saint Agustine in hell”.

Señores, estamos ante una obra maestra, es un álbum fácil de escuchar pese a su complejidad sonora, que, para concluir debo decirles que tiene varias versiones. La primera es la versión norteamericana de once cortes, existe la de 12 (que incluye “Everybody Laughed But You”); la edición francesa que aporta 5 tracks extra, en vivo; la edición de Super Audio CD surround de 5.1 (que agrega detalles sonoros muy interesantes, incluyendo el trabajo de cuerdas y orquestación reconocibles gracias a la partición en cinco canales de audio); y la que les presento, la del video que presenta una toma alternativa de la gran mayoría de los tracks (hasta donde he podido apreciar sólo dos cortes suenan como en el disco); Una edición en video (hasta donde lo he rastreado solo disponible en VHS) del concierto con todos los números y los extras acostumbrados. Además de la versión remasterizada de 1998, que incluye el video de “If I ever lose my faith in you”.

El título es tomado de la combinación del apellido de Sting (Sumner) y un personaje de los “Cuentos de Canterbury” de Geoffrey Chaucer: el Summoner. La Fotografía de la portada fue tomada en el Wardour Old Castle en Wiltshire, inglaterra, y en ella aparece Hrímnir, un caballo Islandés propiedad del cantante por un tiempo.

Como plus les dejo una copia del Simphony Cities... para que lo escuchen antes de comprar.

Esta entrada también la pueden encontrar en dialogos postmodernos.

Un verdadero Frikie: La salsa de Mario Bros.

Si le gusta hacer música (y perder el tiempo) aqui tienen un sintetizador de poca.

Y para seguir en eso aqui tienen una banda indie californianan que te deja jugar con su musica

Las guitarras mas caras y su historia.

Byeee!

jueves, 15 de julio de 2010

La maldad, los políticos

Mariano González Zarur, flamante gobernador electo de Tlaxcala.
(Foto de Alejandro Ancona, La Jornada de Oriente)

Yo siempre pensé (claro, siempre hasta que cumplí 16) que la maldad era algo que sólo aparecía en las historietas de super héroes, a pesar de todo, es más, las malas acciones de mis compañeros de clase o de los errores que cometía la gente, yo pensaba que era justificables e incluso que patologías extrañas, la necesidad, hasta ignorancia provocaban que la gente fuera mala. No sabía mucho de la vida.

Pero

Con el tiempo he aprendido que la maldad existe, y no, no está solamente en quien te pone un apodo porque sus complejos le impiden verse a sí mismo. O en quien busca apoderase de tus posesiones so pretexto de no tener las posibilidades que tú si tienes. No, la maldad tiene otros grados, otros niveles. Ttambién me di cuenta que la maldad a veces también depende del nivel de desagrado con que te tomes las cosas, esto es, tus propios valores. (Me lo van a “negar” unos y “desnegar” otros, lo malo es malo, sea como sea)

El malo no sólo comete alguno de los pecados veniales y mortales, el malo no solo atenta contra lo ajeno, el malo no solo contraviene los diez mandamientos, la ley de tránsito, la ley de impuestos, la carta de los derechos humanos y el acta constitutiva de la Federación Mexicana de Futbol de Dedito… lo malo, lo peor, es lo que atenta contra la dignidad humana.

Entonces, caí en la cuenta a mis 16 (cómo la canción de Juan Grabiel) que no solo no había nacido para amar, sino que los más malos, los peores hijos de puta del mundo eran LOS POLÍTICOS.

Claro, eran los años dorados del salinato y yo tenía miles de cosas en que pensar en lugar de la polaca… pero esos años vi cómo se descomponía todo. Como esos rostros sonrientes de las pancartas se convertían en monstruos ávidos de poder y de dinero, capaces de las peores vilezas con tal de obtenerlo y mantenerlo. Faltos de escrúpulos, faltos de eso que mi madre llama decencia, faltos de honestidad. Los políticos se amparan en el derecho (que usan y tuercen); enarbolan banderas (que muchas veces desconocen); invocan valores (que mancillan); pelean por causas (que denigran); y hacen uso de los ideales de próceres (que no tienen el honor de conocer).

Y conforme he crecido y los he conocido más de cerca confirmo estos dichos una y otra vez… pero, ¡vaya por Dios!, ¿Qué así han sido siempre o se han vuelto peores (aún más) con el tiempo? Antes por lo menos se agarraban a balazos entre ellos (y así teníamos a la plaga controlada).

Estos días, a días de las elecciones, ya nadie tiene idea de qué coño va una campaña política. Yo aquí los vi al mismo tiempo que veía a 32 equipos de futbol a jugar una copa mundial que, para variar ahora si disputaron otros que sumaron uno a los mismos de siempre. Y me reí la mar, señalando sus faltas, burlándome de sus dichos, riéndome de su cara de idiota que ponen para las fotografías de campaña, y lamentando nuestra suerte. Porque uno de esos personajes va a gobernar mi estado, otro mi municipio, otro mi comunidad… y otro va a legislar y gestionar lo que no necesito y no le pedí, por encima de mis necesidades, las de mi familia y la de mis vecinos.

¿Pero en que hemos estado pensando todos estos años?

Todo parece indicar que las cosas están siendo manipuladas por un monstruoso pulpo invisible a la mayoría que… eso o somos unos idiotas que debemos ya pensar para qué queremos a estos jefes de la burocracia. Claro, empezar por saber que hacen, así por lo menos sabemos qué es lo mínimo que debemos esperar de su función. Y exigirles que hagan lo que deben y si no, castigarlos.

Eso

¿Castigarlos…? Eso es lo que harán ellos ahora que ya les han dado sus actas que certifican la patente de corso para cobrarse a lo chino (claro, baboso, para eso sirven las patentes de corso, que eso de abolirlas que se lo crean en Crimea) van a castigar a los que los antecedieron, van a darse baños de pureza en público y baños de mierda en privado.

En lo que iba. Pues la maldad personificada, el demonio en carne y hueso son estos oscuros personajes.

Sus vicios son tan grandes, tan evidentes… Mienten sin ningún escrúpulo, a sabiendas que ocultan con ellos actos atroces y para mal de la comunidad; son perezosos, dedicando a sus vicios el tiempo que juraron trabajar por el bien de la comunidad, haciendo mucho menos de lo que dicen para cobrar mucho más; en consecuencia son avaros, enfermos por poseer más de lo que merecen, más incluso, de lo que pueden manejar; por lo que también son envidiosos, ya que anhelan lo que los demás tienen y abusan de su estatus para despojar a quien sea para poder saciarse, todo en nombre de la sociedad; estas vilezas para su satisfacción personal, su vida está llena de la lujuria y la gula de ellos y de quienes conviven con ellos. Y si no obtienen lo que quieren, se llenan de ira, que los impulsa a obtenerlo todo a toda costa para poder vengarse de los demás, de castigar a los demás usando el poder que creen un derecho exclusivo de ellos; así que son soberbios, el peor de los pecados, el que cometió Lucifer al querer equipararse a Dios, creen que es suyo el poder, que lo merecen y que pueden hacer con él lo que quieran.

Y aquí seguimos. 10 días después haciéndoles (¿haciéndonos?) creer que hemos cumplido el sueño de todos y sólo fue el de unos cuantos, diez días para corear el cambio que nos hace permanecer un instante en la zozobra por lo mejor… para volver a ver como gana el PRI… y nos lleve otra vez la fregada, señor presidente…



…como decía mi General Charis: “Estamos jodidos, todos ustedes”.

Limpiémonos el paladar:

Sabineros, ¿ya escucharon este track? el joven Joaquín Sabina en Londres cantando algo que nunca se editó.

Complicated Universal Cum, proyecto del músico Frederick Valentin con su track debut "I can hardly wait" donde lo más atractivo (o repugante, de acuerdo al espectador) es el video. (doble enlace para el mismo video, uno en Vimeo y otro en You Tube) NSFW

Ya terminó el mundial de soccer, The Big Picture presenta lo más destacado de la ronda de finales.

Y ese domingo, España, como nunca, se vio fantasmal, a la hora del partido, ¿quieren ver?

En México se vino encima el huracán Alex, Diego Huerta, fotógrafo, hizo un estudio extraordinario, véanlo



jueves, 10 de junio de 2010

La Esperanza Verd... Negra


Aquella vez… lloré, y recuerdo no volverlo a hacer por un partido de futbol. ¿Quién podía entenderlo? el endino Jesús Días Palacios, en su afán rencoroso, revanchista, lleno de impotencia ante la misma incapacidad de su país de poder organizar la copa mundial de futbol del año 1986, despojó de un gol legítimo a MI selección, expulsó a Javier Aguirre para dejar el juego 10 contra 10 en los tiempos extras… (Antes había echado a Thomas Berthold) el Abuelo Cruz superó de pierna izquierda a la saga teutona que protestó una falta inexistente y el enano Días Palacios, felón de puta madre, se espantó ante Schumacher y acuchilló cobardemente a la selección nacional… MI selección. Que infamia, que acto criminal, que poca madre.

Todo en Monterrey la tarde maldita del 31 de mayo de 1986.

El resto es historia, la caída en penales 4 a 1 (el único gol mexicano de Manuel Negrete) y la salida de México de su mundial, igual que en 1970, por la puerta de atrás. Ocho pesados años tuvimos que esperar, ocho veranos que se alargaron aún más en nuestro duelo futbolero por el estúpido caso de los cachirules, por eso gozamos como locos al echar a Ecuador de su copa América y no importó (pinches ratones verdes) caer ante Argentina en 1993, aquí los recibimos como héroes.

Sólo que… no todo fue culpa del pérfido Días Palacios, el comité organizador preparó esa tragedia enviando desde antes que se armara el calendario, al primer lugar del grupo a jugar a Monterrey (igual que en el ’70 que los enviaron a Toluca)… descobijarlos del inexpugnable estadio Azteca. Es la historia de nuestros mundiales, de toda la vida, la caída honrosa, solo que a diferencia de 1970 en que los italianos aprovecharon el temor de Calderón y nos pasaron por encima de manera contundente… en 1986 los teutones tuvieron que asustar al roto Días Palacios… Mefisto los Diezme.

Y yo, con mis 10 añitos no podía comprender, por qué Colombia tuvo que dejar su mundial (a causa de la guerra contra sí mismos) y por qué la FIFA tuvo que enviar al ojete Días Palacios a pitarle a México. Y si, lloré, y no hubo ni siquiera la caricia estival que circundaba el patio de mi casa para poder olvidarlo, no odié a Colombia (eso nunca) odié al cobarde Días Palacios.

Y con perdón, disfruté como nunca que dejaran fuera a Colombia en la primera ronda de USA ’94, donde no hubo un imbécil Días Palacios para ayudarles (así como gocé la victoria cafetera –ironías del destino- cuando le empataron en el último minuto a Alemania, en Italia ’90).

México ha tenido diversas, múltiples anécdotas que podemos recordar, siempre soñando en el campeonato (de a perdida los cuartos de final) pero… ni eso. Es jocosa la anécdota de que hemos metido en problemas a Italia, Argentina, Alemania, Holanda, Francia… a la Bulgaria de Stoikov… que sólo es un consuelo, jugamos mejor que ellos, sí, pero no bastó.

Los mexicanos hemos sido capaces de relacionar el fútbol con las prodigiosas dotes físicas de una modelo de comerciales de cerveza; hacer que el grito “Si se puede” y el canto “Nos vamos al mundial” se hayan vuelto emblemáticos; crear a una selección de cantantes y utilizar a un chile a modo de mascota; en México la camiseta verde es símbolo de un exacerbado nacionalismo al grado de tenerla abajito del Tepeyac… aún cuando la original fuese guinda, los mejores partidos se han jugado con la blanca y hemos usado rojas y ahora negras; En México desdeñamos los campeonatos oficiales “Copa Confederaciones 1999” y “Copa mundial de la FIFA sub-17 2005” porque queremos el campeonato mundial mayor; en México sabemos que el soccer es un juego de 11 contra 11 que siempre gana Brasil, pero aún así hasta los que despotricamos contra su sistema de organización, su liga, sus aficionados, su stáblishment, nos interesamos por este juego; en México vemos los juegos con una constante en la cabeza: “van a perder”, pero siempre deseamos que queden campeones; en México, solo en México.

México, México, eme, e, acento, equis, i, ce y o…

Si somos objetivos (a estas alturas ya no se puede ser claramente objetivo) en Sudáfrica 2010 México enfrenta una serie de rachas, de estadísticas que lo han vuelto sumamente vulnerable, y deportivamente hablando se presentan con un gran signo de interrogación sobre cada uno de los jugadores del representativo nacional, a saber: México es el país que más partidos inaugurales ha jugado (4, de hecho el primer partido de la historia de los mundiales fue México vs Francia con victoria gala 4 a 1… los volveremos a encontrar) de esos partidos inaugurales, nunca ha ganado (su mejor resultado es un empate a 0 contra la URSS en 1970, los otros fueron caídas ante Brasil -4 a 0 en 1950- y Suecia -3 a 0 en 1958-) ahí hay otra estadística en contra: la única vez que jugamos contra un local en inauguración (Brasil) nos goleó; otra más: se ha jugado tres veces contra el local y no solo no les hemos ganado, no les hemos podido anotar un solo gol (decíamos de Brasil y Suecia, además del 2 a 0 que nos propinaron los ingleses en 1966); Los equipos africanos que han jugado inauguraciones siempre han ganado; un criterio de internet: nunca un equipo que ha sido último lugar en una copa mundial anterior ha sido campeón, México tiene el poco honroso record de haber quedado último tres veces.

Y sin embargo nos queda la esperanza de que México siempre se crece con los compromisos grandes y que el mundo les mira (al equipo) con cierto respeto, jugaremos como nunca. (yo no quiero que pierdan pero…) La esperanza, es lo que me queda, la esperanza. Esa que nunca nos quitarán por más que lleguen mil desgraciados como aquel hijo’eputa Días Palacios.

* Y a todo esto debo decir que si Dios me presta vida Sudáfrica 2010 será la octava copa del mundo que vea (serían 9, pero claro, no recuerdo –Afortunadamente- Argentina ’78) y si durante un tiempo tuve un suvenir de cada copa del mundo que viví, ahora la guardo en mi cabeza y abro un poco de ella, para el solaz de mis amables lectores.


Pero que le hacemos.

Por Cierto, la FIFA y YouTube llegaron a un acuerdo...

¡Ah! y el lado culto del Futbol en un blog literario genial.

Por otro lado, ¿se han enterado de que en México quieren imponer un canon digital como en España? ¡más impuestos! ya ni la chingan.

Caballeros, no todo es futbol... ¡Baila!

Ya que estamos en eso... sigan bailando (NSFW)

Claro, no todo es sexo: esto es pedirle a una chica que se case contigo (Puritito romance dedicado a mi primo Héctor y a su flamante Señora que recién se acaban de hechar la soga al cuello)

Aunque también debemos entender que las mujeres jamás se equivocan.

Claro, si te equivocas aqui hay un friki regalo que los hará felices a los dos.

Para terminar algo de RCP básico, no se vayan a distraer con las complicadísimas instrucciones.

Y por supuesto, ellas también deben saber RCP ¿no? (...porque luego salen con que puro atractivo visual para los caballeros y no se qué...)

Disfruten del mundial.