jueves, 15 de julio de 2010

La maldad, los políticos

Mariano González Zarur, flamante gobernador electo de Tlaxcala.
(Foto de Alejandro Ancona, La Jornada de Oriente)

Yo siempre pensé (claro, siempre hasta que cumplí 16) que la maldad era algo que sólo aparecía en las historietas de super héroes, a pesar de todo, es más, las malas acciones de mis compañeros de clase o de los errores que cometía la gente, yo pensaba que era justificables e incluso que patologías extrañas, la necesidad, hasta ignorancia provocaban que la gente fuera mala. No sabía mucho de la vida.

Pero

Con el tiempo he aprendido que la maldad existe, y no, no está solamente en quien te pone un apodo porque sus complejos le impiden verse a sí mismo. O en quien busca apoderase de tus posesiones so pretexto de no tener las posibilidades que tú si tienes. No, la maldad tiene otros grados, otros niveles. Ttambién me di cuenta que la maldad a veces también depende del nivel de desagrado con que te tomes las cosas, esto es, tus propios valores. (Me lo van a “negar” unos y “desnegar” otros, lo malo es malo, sea como sea)

El malo no sólo comete alguno de los pecados veniales y mortales, el malo no solo atenta contra lo ajeno, el malo no solo contraviene los diez mandamientos, la ley de tránsito, la ley de impuestos, la carta de los derechos humanos y el acta constitutiva de la Federación Mexicana de Futbol de Dedito… lo malo, lo peor, es lo que atenta contra la dignidad humana.

Entonces, caí en la cuenta a mis 16 (cómo la canción de Juan Grabiel) que no solo no había nacido para amar, sino que los más malos, los peores hijos de puta del mundo eran LOS POLÍTICOS.

Claro, eran los años dorados del salinato y yo tenía miles de cosas en que pensar en lugar de la polaca… pero esos años vi cómo se descomponía todo. Como esos rostros sonrientes de las pancartas se convertían en monstruos ávidos de poder y de dinero, capaces de las peores vilezas con tal de obtenerlo y mantenerlo. Faltos de escrúpulos, faltos de eso que mi madre llama decencia, faltos de honestidad. Los políticos se amparan en el derecho (que usan y tuercen); enarbolan banderas (que muchas veces desconocen); invocan valores (que mancillan); pelean por causas (que denigran); y hacen uso de los ideales de próceres (que no tienen el honor de conocer).

Y conforme he crecido y los he conocido más de cerca confirmo estos dichos una y otra vez… pero, ¡vaya por Dios!, ¿Qué así han sido siempre o se han vuelto peores (aún más) con el tiempo? Antes por lo menos se agarraban a balazos entre ellos (y así teníamos a la plaga controlada).

Estos días, a días de las elecciones, ya nadie tiene idea de qué coño va una campaña política. Yo aquí los vi al mismo tiempo que veía a 32 equipos de futbol a jugar una copa mundial que, para variar ahora si disputaron otros que sumaron uno a los mismos de siempre. Y me reí la mar, señalando sus faltas, burlándome de sus dichos, riéndome de su cara de idiota que ponen para las fotografías de campaña, y lamentando nuestra suerte. Porque uno de esos personajes va a gobernar mi estado, otro mi municipio, otro mi comunidad… y otro va a legislar y gestionar lo que no necesito y no le pedí, por encima de mis necesidades, las de mi familia y la de mis vecinos.

¿Pero en que hemos estado pensando todos estos años?

Todo parece indicar que las cosas están siendo manipuladas por un monstruoso pulpo invisible a la mayoría que… eso o somos unos idiotas que debemos ya pensar para qué queremos a estos jefes de la burocracia. Claro, empezar por saber que hacen, así por lo menos sabemos qué es lo mínimo que debemos esperar de su función. Y exigirles que hagan lo que deben y si no, castigarlos.

Eso

¿Castigarlos…? Eso es lo que harán ellos ahora que ya les han dado sus actas que certifican la patente de corso para cobrarse a lo chino (claro, baboso, para eso sirven las patentes de corso, que eso de abolirlas que se lo crean en Crimea) van a castigar a los que los antecedieron, van a darse baños de pureza en público y baños de mierda en privado.

En lo que iba. Pues la maldad personificada, el demonio en carne y hueso son estos oscuros personajes.

Sus vicios son tan grandes, tan evidentes… Mienten sin ningún escrúpulo, a sabiendas que ocultan con ellos actos atroces y para mal de la comunidad; son perezosos, dedicando a sus vicios el tiempo que juraron trabajar por el bien de la comunidad, haciendo mucho menos de lo que dicen para cobrar mucho más; en consecuencia son avaros, enfermos por poseer más de lo que merecen, más incluso, de lo que pueden manejar; por lo que también son envidiosos, ya que anhelan lo que los demás tienen y abusan de su estatus para despojar a quien sea para poder saciarse, todo en nombre de la sociedad; estas vilezas para su satisfacción personal, su vida está llena de la lujuria y la gula de ellos y de quienes conviven con ellos. Y si no obtienen lo que quieren, se llenan de ira, que los impulsa a obtenerlo todo a toda costa para poder vengarse de los demás, de castigar a los demás usando el poder que creen un derecho exclusivo de ellos; así que son soberbios, el peor de los pecados, el que cometió Lucifer al querer equipararse a Dios, creen que es suyo el poder, que lo merecen y que pueden hacer con él lo que quieran.

Y aquí seguimos. 10 días después haciéndoles (¿haciéndonos?) creer que hemos cumplido el sueño de todos y sólo fue el de unos cuantos, diez días para corear el cambio que nos hace permanecer un instante en la zozobra por lo mejor… para volver a ver como gana el PRI… y nos lleve otra vez la fregada, señor presidente…



…como decía mi General Charis: “Estamos jodidos, todos ustedes”.

Limpiémonos el paladar:

Sabineros, ¿ya escucharon este track? el joven Joaquín Sabina en Londres cantando algo que nunca se editó.

Complicated Universal Cum, proyecto del músico Frederick Valentin con su track debut "I can hardly wait" donde lo más atractivo (o repugante, de acuerdo al espectador) es el video. (doble enlace para el mismo video, uno en Vimeo y otro en You Tube) NSFW

Ya terminó el mundial de soccer, The Big Picture presenta lo más destacado de la ronda de finales.

Y ese domingo, España, como nunca, se vio fantasmal, a la hora del partido, ¿quieren ver?

En México se vino encima el huracán Alex, Diego Huerta, fotógrafo, hizo un estudio extraordinario, véanlo



No hay comentarios:

Publicar un comentario